El ataque de la anti-Novia

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Attack of the Anti-Bride

When the Beloved proposed, mi primer pensamiento fue, después del ‘sí’, fue ‘oh Dios, tengo que planear una boda.’ Todos nosotros sabemos que planificar un aboda es el equivalente en costo y energía como un canal de la raíz, convirtiéndose en piloto y presentarse como candidato a presidente – todo combinado. Pero lo que realmente me preocupaba era que me convertiría en ‘La NOVIA.’

Oh, tú la conoces. La chica que que no puede hablar de otra cosa que no sea de la boda. Camina por los paseos, sólo si puede detenerse y mirar una vidriera. Ella examina panaderías durante los fines de semana, tiene largas conversaciones acerca de los méritoss de ëTrumpet Voluntaryí sobre ëOda a la Alegríaí, y lleva muestras de color en su cartera así puede elegir sus ëcolores.í Habiendo sido ‘la NOVIA’ con anterioridad, me he adentrado en saber cuán molesto para todos alrededor eso puede ser. Piensas que vas a ser agradable y relajada hasta que te encuentras discutiendo con tu madre si debes tener las pequeñas espadas plásticas para realizar el tema medieval o sólo palillos comunes.

Comencé a ser ëla ANTI-novia.í enviaría a todas mis amigas e-mails contra-bodas al menos una vez al día. Declaré los fines de semana ‘libres de boda’. Me aseguré de discutir políticas, mi carrera y Jesse Ventura. Iba a no ser ëla NOVIA.í Resolví ser ëJen (quien resulta estar casándose en ocho meses).í

Si podía mantenerme enfocada en el resto de mi vida, sabía que podría triunfar, pero el mundo está en contra nuestro ‘anti-novias’. Cada mañana, me registraba para encontrar 10 e-mails diferentes acerca de bodas. Obviamente que un sitio en el que me registré cuando estaba buscando invitaciones de boda ha hecho una matanza vendiendo mi nombre. mi favorito esta mañana era de algún sitio diciéndome que desde que me estaría casando pronto, obviamente necesitaría algunos muebles de madera fina. Ahora, quizás estoy estoy perdiendo el hilo, pero ¿por qué necesitaría ahora muebles de madera dura no acabados sólo porque me estoy por casar? ¿Es esta alguna tradición acerca de la cual el Amado y yo no sabemos?

Entre las ofertas de cristal, porcelana, vestidos de la niña de las flores y suscripciones a revistas, trato de trabajar realmente. Pero But even that haven of sanity is denied to the ëanti-bride,í people Iíve barely seen in the halls, come up to me and ask me how the planning is going. ëHave you picked your colors?í ëDo you know what the bridesmaids are wearing?í ëWhatís the bouquets going to look like?í Unfortunately, my usual ëI have no ideaí doesnít seem to cut it anymore. Anytime I plead ignorance, Iím reminded that my wedding is ëjust around the corner.í Not only am I not allowed to be the ëanti-bride,í but Iím now the ëlazy bride.í

As wonderful as my friends are, and they are wonderful, even they are sucked in to the notion that all women love weddings. They call to tell me about the weddings they go to and buy me magazines. These arenít homebody women either. These are girls that wouldnít be caught dead wearing pink, yet they are discussing bows on the pews. My best friend has even been heard to giggle when I mention I need a hotel room the night of the wedding for me and the Beloved. I thought I had friends who were immune to this need for fluff, but obviously not. Society has made sure that every girl longs to be ëthe BRIDE,í and if they arenít ëthe BRIDEí at the moment, they long to be ëthe BRIDESMAID.í

My days as the ëanti-brideí are numbered. Even I have been discovered huddling in the wedding section of the bookstore, staring at bouquets and centerpieces. I have walked into crystal departments, and complained that nothing is what I wanted. Iíve been wondering where to register, and do I like ëhoneydewí or ëorchidí better as my color. Yesterday, I discussed fabrics with my mother for 45 minutes (I like crepe better than chiffon). And Iím starting to annoy myself.

In an effort to save me from this fate, I have given over many decisions to the Beloved. Rather than worrying about these things, talking about them or pleading ignorance when I get the barrage of questions, I simply reply ëoh, my fiance wants to help, so heís handling it.í

Iíd like to see ëthe BRIDEí do that one.

Escrito por: Jennifer Lofquist, Reston, VA, USA