EL SIMPOSIO
~ Por Platon
Nuestra naturaleza original es en absoluto lo mismo como lo es ahora. Allí fue una especie compuesta por dos sexos y compartidos igualmente en machos y hembras. La figuras de cada persona fue redondeada por todas partes; cada quien tenía cuatro brazos, y piernas que encajaban, y dos caras perfectamente semejantes. La criatura caminó erguida, y en el momento en que comenzó a correr rápido, se volvieron nuestros acróbatas, y girando una y otra vez con piernas despegadas y derechas, rapidamente vuelta a vuelta.
Ahora ellos son tan magnánimos en sus ideas que hasta han conspirado contra los dioses. Sobre ese punto Zeus y los otros dioses quedaron perplejos; pro lo que sentian no pudieron quitarle la vida a ellos, ni pudieron resistir tan inmoral amotinamiento. Entonces Zeus dijo “A mi entender yo puedo urdir que estos hombres pasarán por encima su crimen a través de una reducción de su fuerza.” Asi que digo , el partió cada ser humano en dos. Ahora cuando nuestra primera forma sea cortada en dos, cada mitad en anhelo por su compañero vendría a el otra vez; y entonces deberían ellos lanzar sus brazos acerca de cada uno y en mutuos y ansioso abrazos ser juntos montados. De esa manera antiguamente el amor mutuo es arraigado en la humanidad.
Bien, cuando uno pasa por su propia particular mitad, los dos se maravillan con emoción con afecto intimidad y amor, y son duramente inducidos a dejar el lado del otro por un momento. Esto es como ellos continuan a través de la vida juntos. Nadie podría imaginar esto al ser la conexión amorosa más pura: Obviamente el alma de cada uno está deseando algo más que no puede expresar. Suponer que Hephaestus preguntaría “¿Tu deseas ser unido en la más cercana y posible unión, que sea tan larga como tu vida, tu par, hecho como uno, puede compartir una vida de soledad?” Cada uno estmaría incondicionalmente lo que el ha ofrecido justo lo que el estuvo anhelando por todos los tiempos.
El anhelo y la persecución de esto enteramente es llamado amor. Si nos hacemos amigos con el Dios y son reconciliados, tendremos la fortuna que cae para pocos en nuestro día de descubrimiento de nuestros propios favoritos. Amor es el Dios quien trae esto; el merece completamente nuestros himnos. Si nosotros suplimos a los dioses con deber reverente, el recuperará para nosotros nuestra antigua vida y nos curará y ayudará dentro de la felicidad bendita.