Génesis 2:28-24
El Señor Dios dijo: “No es bueno que el hombre esté solo. Yo haré una compañía adecuada para él.” Así el Señor Dios formó de la tierra varios animales salvajes y varios pájaros del aire, y los llevó al hombre para ver como él los llamaría; Sin embargo el hombre llamó a cada uno de ellos como serían sus nombres. El hombre le dió nombre a todo el ganado, a todos los pájaros del aire, y a todos los animales salvajes; pero ninguno probó ser un compañero adecuado para el hombre.
Así que el Señor Dios provocó un profundo sueño al hombre, y mientras él estuvo dormido, El saco una de sus costilllas y selló el lugar con carne. El Señor Dios construyó entonces una mujer con la costilla que había tomado del hombre. Cuando El se la llevó al hombre, el hombre dijo:
“Esta, al fin, es huesos de mis huesos
y carne de mi carne;
Esta será llamada ‘mujer,’
Por fuera de ‘su hombre’ esta ha de ser tomada.”
Esto es porque un hombre deja a su padre y a su madre y se aferra a su esposa, y los dos se volverán un solo cuerpo.