EFESIOS

Sometánse Uds. uno al otro con temor divino. Esposas, muestren reverencia por su propio marido, como lo hacen con el Señor. Por que el esposo que es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la Iglesia y El es el salvador del cuerpo. Así como la iglesia está sujeta a Cristo, así deben hacerlo las esposas con sus propios maridos en todas las cosas.
Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo ama a la Iglesia, y se dió a si mismo por ella; que El pueda santificar y purificarse con el lavado de agua por la palabra; que El pueda presentar a si mismo una gloriosa iglesia, sin tener mancha, o arrugas o cualquier otra cosa; pero debiera ser santo y sin mancha. Así que es el deber del hombre amar a su esposa como a su propio cuerpo; El que ama a su esposa se ama a si mismo.

A causa de que todavía el hombre no siempre odia su propia carne; pero la alimenta y la valora, así como el Señor a la iglesia. A causa de que nosotros somos miembros de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos. Por esta causa deberá el hombre abandonar a su padre y a su madre, y deberá unirse a su esposa, y los dos se convertirán en uno. Ese misterio es tan profundo y yo digo esto como referencia a Cristo y la Iglesia;sin embargo, dejar que el esposo ame a su esposa como a si mismo, y dejar que la esposa se mire a si misma respecto de su esposo.